Quien haya experimentado la imporesionante fuerza de una guitarra acústica de 8 cuerdas, se comprará una tarde o temprano. Se encuentra rápidamente en primer lugar sonoramente hablando en una formación musical, pues este sonido convence por su voluminosidad, aunque a veces pueda ser demasiado dominante. Al final lo que importa es lo que os gusta.